Desde hace unos años con el auge de los dispositivos móviles inteligentes, se ha popularizado una tecnología que se ha convertido en la herramienta ideal para desbloquear estos dispositivos.
Biometría, del griego “bios” (vida) y “metron” (medida) es la tecnología en la que se aplican un conjunto de métodos o técnicas para identificar o verificar la identidad de una persona haciendo uso de sus rasgos intrínsecos. Para ser más prácticos, es la tecnología que usamos para literalmente, medir la vida.
Desde hace unos años la biometría se ha vuelto muy popular como método para autentificar a una persona debido a las múltiples ventajas que ofrece como seguridad, comodidad y últimamente su costo-beneficio.
Existen dos tipos de biometría, la estática que mide la anatomía del usuario (huellas digitales, rostro, geometría de la mano o análisis del iris,etc) y la dinámica que mide el comportamiento del usuario (patrón de voz, dinámica de tecleo o análisis gestual, etc).
La biometría es un método de autenticación mucho más antiguo de lo que imaginamos, estamos hablando de 2,000 – 3,000 años a.C. donde para evitar fraudes, los comerciantes se presionaban las huellas en una tabla de arcilla con algún tipo de contrato inscrito, de modo que sólo ellos eran responsables de ese acuerdo.
Los Chinos en el Siglo XIV, imprimían la palma de la mano para diferenciar entre jóvenes y adultos, a su vez fueron los primeros en reconocer que las huellas no son iguales en ninguna persona, incluso en los gemelos.
La tecnología lo único que ha hecho es adaptar esta metodología a los componentes electrónicos y digitales con los que puede jugar, añadiendo la variable del software y los procesadores.
Para la industria de la seguridad, el tema biométrico ha sido un aliado importante ya que nos da un gran número de beneficios al estar implementado en los sistemas de control de accesos, para los cuales entendemos que existen tres formas para conceder una apertura de puerta.
La primer forma es utilizando algo que sabemos, como las contraseñas, pero estas tienen el problema que ya utilizamos muchas para distintas plataformas del día a día y suelen olvidarse.
La segunda forma es con algo que tenemos, como puede ser una tarjeta, una llave o incluso un celular, pero cualquiera de estos objetos nos los pueden robar, se nos olvidan, los perdemos o incluso alguien puede hacer una copia de ellos.
El tercero y más seguro, es con algo que somos, sí, la biometría entra aquí como método de verificación, no podemos dejar olvidado nuestro rostro en casa, no podemos perder nuestras huellas digitales en camino a la oficina.
Este simple método de identificación y verificación, se ha empezado a utilizar de forma más común en diferentes productos de uso cotidiano como las aplicaciones bancarias, cajeros automáticos, seguro que lo han visto en algún edificio al que hayan asistido y ahora cada vez toman fuerza las cerraduras inteligentes para aplicaciones residenciales.
Qué comodidad poder salir de casa sin la preocupación de saber donde tenemos las llaves, y si las perdimos, que alguien pudiera encontrarlas y acceder a nuestro hogar sin que tengamos conocimiento. Al llegar a casa, sólo debemos colocar nuestra huella digital o nuestro rostro para que la cerradura nos conceda el acceso.
Este tipo de cerraduras por lo regular suelen trabajar con una app para móviles en donde podemos generar accesos temporales, es decir, una persona que nos apoya en el servicio del hogar, puede ingresar con su propia huella, pero no necesariamente a cualquier hora del día, podemos revisar eventos, es decir tener la seguridad de quién y a qué hora ingresó al hogar.
Estas cerraduras son populares para condominios en puertas principales o incluso en alguna habitación del hogar que querríamos mantener privada, como un estudio, bodega, cava, etc.
En Isten Telecomunicaciones contamos con las soluciones de ZKTeco, líder mundial en el desarrollo de biométricos para sistemas de seguridad.